Los sistemas agroecológicos son sumamente diversos. Desde el punto de vista biológico, los sistemas agroecológicos optimizan la diversidad de las especies y los recursos genéticos en distintas maneras.
La creación e intercambio de conocimientos son fundamentales en el proceso de elaboración y ejecución de innovaciones con miras a abordar los desafíos de los sistemas alimentarios y su adaptación al cambio climático.
Las prácticas agroecológicas innovadoras producen más utilizando menos recursos externos.
Reciclar más significa una producción agrícola con menos costos económicos y ambientales.
Mediante el apoyo a unas dietas saludables, diversificadas y culturalmente apropiadas, la agroecología contribuye a la seguridad alimentaria y la nutrición al tiempo que mantiene la salud de los ecosistemas.
Consiste el cultivo intensivo de lombrices rojas en residuos orgánicos, los cuales son consumidos y
digeridos por estas. Los
productos (desechos) de la digestión de estos materiales orgánicos por las lombrices pueden ser aprovechados como abono para los cultivos agrícolas. A
estos deshechos se le conoce como humus, que es la mejor descomposición de la materia
orgánica, el cual es un abono de
excelente calidad.
